Los sueños locos del “pasón”, hicieron que un joven de 23 años de edad perdiera toda conciencia y se convierta en matricida, pero horas antes de eso, cometió un feminicidio, porque su casera le fue a cobrar la renta y lo que encontró fue la muerte, y como su mamá descubrió el crimen, temeroso de que lo fuera a delatar a las autoridades, bajo los efectos de la droga la privó de la vida al asfixiarla.
Esta tragedia se tejió días atrás, cuando la dueña de la vivienda marcada con el número 19 de la Calle Xoloc, de apellido Berriozábal acudió a su propiedad para cobrarle la renta a Abraham, quien desde hace cuatro meses llegó a arrendar en ese sitio, pero al parecer tuvo un desencuentro con la señora y se dio paso a una discusión que fue subiendo de tono y ninguno se calmaba.
Iracundo porque supuestamente se encontraba bajo los efectos de la droga, metió a la vivienda a la mujer y sin que se conozca con qué, la privó de la vida y estuvo durmiendo en la vivienda con su excasera cerca de su cama, sin importarle que comenzaba a emitir un olor fétido el cuerpo de la señora, pues el estado en el que se encontraba, parece ser, no le permitía tomar conciencia de lo que hizo.
Fue el pasado miércoles que su mamá fue a buscarlo a la vivienda de la Colonia Adolfo Ruiz Cortines en la Delegación Coyoacán para llevarle alimentos, como lo hacía con frecuencia, pues conocía del problema de drogas que tenía su vástago; por lo que hizo acto de presencia en la vivienda y al notar un olor extraño, la mujer le preguntó a su hijo de qué se trataba.
Sin remordimiento alguno, Abraham “N” le confesó que había tenido un problema con la dueña de la vivienda que habitaba y que fue fuerte el altercado, hasta que lo hizo desesperar y la introdujo a una de las habitaciones en donde la privó de la vida; lo que le causó un sobresalto a la señora Juana “N”, progenitora del presunto criminal y lo amenazó con denunciarlo.
Al sentir que su madre lo llevaría a pasar varios años de su vida en prisión, la sometió y le comenzó a apretar el cuello hasta que perdió el sentido la mujer; pero para evitar que se repusiera, la volvió a agarrar hasta cerciorarse de que ya se encontraba sin vida y la colocó en un espacio de la habitación, desconociéndose en cuál, y él continuó dentro de la habitación donde ya había dos cuerpos sin signos vitales.
Como cada que acudía a llevarle de comer a su vástago regresaba a su hogar por las noches, y esta ocasión no lo hizo, otros dos de sus hijos se preocuparon, y ayer por la mañana se trasladaron a la casa de su hermano para saber si él tenía conocimiento de dónde pudiera encontrarse la señora Juana, por lo que esto puso nervioso al matricida y feminicida y decidió actuar.
Para ello, tomó un arma punzocortante y decidió privarse de la vida; y ya cuando sus hermanos, quienes sospechaban algo, ingresaban al domicilio de la Colonia Adolfo Ruiz Cortines, Abraham se hizo unas cortadas en las muñecas de sus manos y comenzó a desangrarse; sus consanguíneos vieron el cuerpo de su madre y de otra mujer y pidieron el apoyo de policías.
Apoyados por los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública local, los hombres sacaron de la vivienda al presunto autor de las dos muertes de las mujeres y primero, lo llevaron a curarle las heridas de sus muñecas y posteriormente lo presentaron ante el agente del ministerio público, quien en las próximas horas determinará la situación legal del inculpado./La Prensa
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