El epicentro se localizó en territorio continental, muy cerca del puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán. Un informe del Instituto de Geofísica en colaboración con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México publicado el 25 de septiembre de 1985, detalla más aún que el epicentro fue localizado frente a la desembocadura del Río Balsas entre los límites de Michoacán y Guerrero a las 7:17:48 a.m. alcanzando a la Ciudad de México a las 07:19 a.m.
La ruptura o falla que se produjo del sismo se localizó en la llamada Brecha de Michoacán, conocida así por su notable, hasta ese momento, carencia de actividad sísmica. Se ha determinado que el sismo fue causado por el fenómeno de subducción de la Placa de Cocos por debajo de la Placa Norteamericana.
Una de las diversas apreciaciones en cuanto a la energía que se liberó en dicho movimiento fue su equivalente a 30 bombas atómicas de 20 kilotones cada una.
El terremoto del 85, como fue llamado, tuvo una duración de poco más de dos minutos y la magnitud superó al terremoto registrado en 1957. Las zonas del occidente, centro y sur fueron las afectadas por el sismo, que fue percibido en estados como: Michoacán, Guerrero, Jalisco, Colima y Oaxaca, sin embargo, la zona más afectada fue la Ciudad de México.
En la capital mexicana, el sismo dejó tal daño que fue necesaria la ayuda internacional. El Hospital General de México, los módulos central y norte del edificio Nuevo León, edificios del multifamiliar Juárez, televicentro, los televiteatros, los hoteles Regis, varias fábricas de costura en San Antonio Abad y una de las torres del Conjunto Pino Suárez fueron los edificios más dañados, siendo algunos derrumbados y otros parcialmente destruidos por el sismo.
Algo que llamó la atención de muchos capitalinos después del sismo es que muchas de las construcciones que colapsaron eran relativamente nuevas. Las viejas casonas y palacios, construidos algunas desde la época de la Colonia, sufrieron daños menores.
Una de las explicaciones fue que las normas para construir en la capital no tomaron en cuenta las condiciones del suelo, que en sitios como el Centro y la colonia Roma se componen fundamentalmente de arcilla.En total, 152 edificios tuvieron que ser demolidos en la zona debido a los daños ocasionados. 516 mil metros cuadrados de la carpeta asfáltica de las calles resultaron con afectaciones como fracturas, grietas y hundimientos. Incluso el suministro de agua se vio afectado debido a averías en los acueductos, la red primaria y la red secundaria.
Respecto a las afectaciones humanas, debe saberse que el número de muertos no se conoce con precisión, debido a la opacidad con que el gobierno de ese entonces manejó los datos.
En primeras declaraciones se habló de entre 6 mil y 7 mil muertos, posteriormente se estimaba que eran diez mil las personas fallecidas, sin embargo, los opositores al gobierno estiman que podrían ser muchos más. Vale saber también que 4 mil personas fueron rescatadas de entre los escombros de construcciones derrumbadas, algunas hasta diez días después de la tragedia. Una de las situaciones que llevó a estas elevadas cifras de muertos y de daños materiales (calculados en unos 8 mil millones de dólares) en 1985.
Un nuevo sismo inducido por el 8.1 sucedió el 20 de septiembre, a las 19:37 horas, con una magnitud de 7.6 y epicentro en Zihuatanejo, Guerrero. Esta nuevo sismo, ocasionó el desplome de 20 edificios más, con los daños y fallecidos que esto implicó.
Este terremoto produjo un maremoto en Ixtapa-Zuhuatanejo con olas de 15 metros de altura.
Otra réplica se produjo el 30 de abril de 1986, con una magnitud de 7.0 y epicentro en el Estado de Michoacán.
Debido a la tragedia se tomaron varias medidas, como la institución de simulacros de sismo periódicos y se creó la agrupación 'Brigada de Rescate Topos Tlatelolco', mejor conocida como 'los topos', que asiste nacional e internacionalmente a zonas afectadas por sismos.
Sin duda, el terremoto de 1985 cambió el rostro de México para siempre, dejando un amargo recuerdo que perdurará en la historia de nuestro país.
En la capital mexicana, el sismo dejó tal daño que fue necesaria la ayuda internacional. El Hospital General de México, los módulos central y norte del edificio Nuevo León, edificios del multifamiliar Juárez, televicentro, los televiteatros, los hoteles Regis, varias fábricas de costura en San Antonio Abad y una de las torres del Conjunto Pino Suárez fueron los edificios más dañados, siendo algunos derrumbados y otros parcialmente destruidos por el sismo.
Algo que llamó la atención de muchos capitalinos después del sismo es que muchas de las construcciones que colapsaron eran relativamente nuevas. Las viejas casonas y palacios, construidos algunas desde la época de la Colonia, sufrieron daños menores.
Una de las explicaciones fue que las normas para construir en la capital no tomaron en cuenta las condiciones del suelo, que en sitios como el Centro y la colonia Roma se componen fundamentalmente de arcilla.En total, 152 edificios tuvieron que ser demolidos en la zona debido a los daños ocasionados. 516 mil metros cuadrados de la carpeta asfáltica de las calles resultaron con afectaciones como fracturas, grietas y hundimientos. Incluso el suministro de agua se vio afectado debido a averías en los acueductos, la red primaria y la red secundaria.
Respecto a las afectaciones humanas, debe saberse que el número de muertos no se conoce con precisión, debido a la opacidad con que el gobierno de ese entonces manejó los datos.
En primeras declaraciones se habló de entre 6 mil y 7 mil muertos, posteriormente se estimaba que eran diez mil las personas fallecidas, sin embargo, los opositores al gobierno estiman que podrían ser muchos más. Vale saber también que 4 mil personas fueron rescatadas de entre los escombros de construcciones derrumbadas, algunas hasta diez días después de la tragedia. Una de las situaciones que llevó a estas elevadas cifras de muertos y de daños materiales (calculados en unos 8 mil millones de dólares) en 1985.
Un nuevo sismo inducido por el 8.1 sucedió el 20 de septiembre, a las 19:37 horas, con una magnitud de 7.6 y epicentro en Zihuatanejo, Guerrero. Esta nuevo sismo, ocasionó el desplome de 20 edificios más, con los daños y fallecidos que esto implicó.
Este terremoto produjo un maremoto en Ixtapa-Zuhuatanejo con olas de 15 metros de altura.
Otra réplica se produjo el 30 de abril de 1986, con una magnitud de 7.0 y epicentro en el Estado de Michoacán.
Debido a la tragedia se tomaron varias medidas, como la institución de simulacros de sismo periódicos y se creó la agrupación 'Brigada de Rescate Topos Tlatelolco', mejor conocida como 'los topos', que asiste nacional e internacionalmente a zonas afectadas por sismos.
Sin duda, el terremoto de 1985 cambió el rostro de México para siempre, dejando un amargo recuerdo que perdurará en la historia de nuestro país.
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